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Productos de limpieza para instalaciones en la industria alimentaria.

Los productos de limpieza y desinfección son esenciales en la industria alimentaria para garantizar la seguridad e higiene conforme a la normativa vigente. El procesamiento de alimentos en condiciones higiénicas y sanitarias adecuadas requiere una limpieza y desinfección periódicas con productos químicos especializados.

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seguridad y calidad alimentaria

Garantizar la seguridad alimentaria es fundamental no solo para el éxito de una empresa manufacturera, sino también para la salud de los consumidores. La limpieza y la higiene son la base para asegurar la seguridad y la alta calidad de los alimentos.

Para lograrlo, es necesario utilizar productos de limpieza y desinfección profesionales. Este tipo de productos no solo ayudan a eliminar la suciedad, sino que, sobre todo, combaten microorganismos patógenos como bacterias, virus y hongos que pueden provocar el desarrollo de enfermedades peligrosas.

Limpieza de instalaciones de la industria alimentaria

Mantener la limpieza de las instalaciones de producción es un proceso complejo que requiere el estricto cumplimiento de procedimientos específicos. El método general incluye un enjuague previo y el uso de detergentes para la limpieza, seguido de la desinfección en la etapa final. La esterilización no siempre es necesaria, dependiendo principalmente de la naturaleza específica del proceso. Sin embargo, se realizan enjuagues con agua varias veces, generalmente antes de la limpieza de la instalación y después de cada etapa de limpieza.

La tecnología de limpieza in situ (CIP) se utiliza comúnmente para la limpieza de instalaciones industriales. Se trata de un sistema avanzado que permite limpiar equipos y maquinaria sin desmontarlos. Esta tecnología permite que los agentes de limpieza, el agua y otros desinfectantes circulen por el equipo que se está limpiando in situ, llegando a las zonas de difícil acceso.

Productos de limpieza para la industria alimentaria: una amplia gama de productos

La correcta elección de los agentes de limpieza para las instalaciones de la industria alimentaria y su uso conforme a los procedimientos establecidos incrementa la seguridad de los productos elaborados. Los productos disponibles en el mercado se adaptan a las características específicas de diversas plantas de procesamiento de alimentos, incluyendo plantas cárnicas, de frutas y verduras, y plantas lácteas.

Los grupos de productos más importantes para la limpieza de instalaciones industriales:

Detergentes

1. Álcalis inorgánicos

El hidróxido de sodio es una sustancia con excelentes propiedades disolventes y saponificantes, además de una buena acción bactericida, por lo que se utiliza ampliamente para eliminar la suciedad. Actúa tanto sobre proteínas como sobre grasas. Provoca la precipitación de las sales de magnesio y calcio en el agua. Por lo tanto, debe utilizarse con agua blanda o dura a la que se le hayan añadido agentes suavizantes o quelantes.

El metasilicato de sodio es otro compuesto alcalino con propiedades menos corrosivas que el hidróxido de sodio. Este compuesto también posee buenas propiedades dispersantes y emulsionantes, y se enjuaga fácilmente.

También existen otras bases más débiles que presentan cierta corrosión hacia los metales, pero menor poder detergente frente a grasas y proteínas. Se utilizan para limpiar superficies poco sucias.

2. Ácidos inorgánicos y orgánicos

El uso de ciertos ácidos inorgánicos fuertes, en particular el ácido nítrico (V), pero también el ácido clorhídrico y el ácido sulfúrico (VI), se limita a situaciones específicas, como la industria láctea, donde es necesario eliminar los depósitos formados durante el proceso de producción (por ejemplo, los grumos de leche en los pasteurizadores). Cuando el problema de los depósitos de sales inorgánicas es menos significativo, se utilizan ácidos más débiles y menos corrosivos. En particular, el ácido fosfórico (V) puede combinarse con tensioactivos para eliminar todos los contaminantes, incluidos los depósitos, en un solo paso.

Los ácidos orgánicos son más débiles y, por lo tanto, menos peligrosos que los ácidos inorgánicos; además, tienen un efecto bacteriostático. Los más utilizados son el ácido glucónico, el ácido acético, el ácido cítrico y el ácido tartárico.

3. Tensioactivos

Reducen la tensión superficial del agua y favorecen la eliminación eficaz de contaminantes. Debido a su carga eléctrica en solución, los tensioactivos se pueden dividir en:

  • detergentes aniónicos,
  • detergentes catiónicos,
  • detergentes no iónicos,
  • Detergentes anfóteros.

No poseen propiedades corrosivas ni irritantes. Se eliminan fácilmente de las superficies limpias. Los detergentes aniónicos y no iónicos carecen de propiedades bactericidas, a diferencia de los detergentes catiónicos. Estos últimos también pueden utilizarse como desinfectantes.

Debido a su estructura química, muchos tensioactivos producen grandes cantidades de espuma, sobre todo cuando el proceso de limpieza requiere agitación o presión. Por ello, suelen utilizarse en combinación con agentes antiespumantes.

4. Acondicionadores de agua

Estas sustancias se añaden a los detergentes para prevenir o reducir la precipitación de sales de magnesio y calcio en el agua y la consiguiente formación de depósitos. Pueden ser compuestos orgánicos o inorgánicos. Entre los compuestos inorgánicos, los polifosfatos de sodio son los más utilizados. Poseen buenas propiedades disolventes y dispersantes, y mejoran las propiedades de enjuague de los detergentes a los que se añaden.

Los principales acondicionadores de agua orgánicos o agentes quelantes son el EDTA (ácido etilendiaminotetraacético) y el NTA (ácido nitrilotriacético). Su uso está muy extendido debido a su alta solubilidad en detergentes líquidos.

5. Desinfectantes

Los desinfectantes más utilizados en la industria alimentaria son los halógenos (ácido hipocloroso, dióxido de cloro y yodo), los peróxidos (como el peróxido de hidrógeno y el ácido peracético) y los tensioactivos, entre los que se incluyen los tensioactivos catiónicos con propiedades desinfectantes predominantes. Los desinfectantes deben tener un amplio espectro de actividad, no ser tóxicos para los seres humanos, ser estables en condiciones de trabajo y disolverse bien en agua. Su eficacia puede verse influenciada por diversos factores, como la temperatura, el pH, la concentración y el tiempo de contacto, así como por la presencia de sustancias orgánicas e inorgánicas.