Los lubricantes modernos son productos altamente especializados y complejos. Contienen principalmente aceites base (generalmente fracciones de petróleo, polialfaolefinas, ésteres, polialquilenglicoles o siliconas) y diversos aditivos que reducen la fricción, aumentan la viscosidad, mejoran las propiedades lubricantes o aumentan la resistencia a la corrosión.